La fiebre por las mascarillas monodosis

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Seguro que desde hace tiempo te ha llamado la atención la gran cantidad de mascarillas faciales monodosis que hay en el mercado. Forman parte de la rutina coreana para los cuidados y han aterrizado con fuerza en Europa. Se emplean una o dos veces por semana y supone un momento de relajación mientras la mascarilla hace su función de revitalizar, limpiar o iluminar el rostro. Hay un producto para cada necesidad y tipo de piel, por lo que los resultados son instantáneos.

Las mascarillas se deben aplicar después de limpiar la piel. Por tanto, jamás te las pongas con el rostro maquillado y trata de utilizar antes con un agua micelar o un exfoliante. La piel queda limpia y oxigenada, por lo que las propiedades de la mascarilla penetran mucho mejor.

Así pues, podemos encontrar la nueva mascarilla Lancôme Génifique HydroGel Mask, de la que hablamos recientemente en este blog y que deja un efecto flash con una piel revitalizada, suave y con un aspecto más luminoso y radiante. También existen aquellas especializadas para eliminar puntos negros e impurezas, como las que llevan polvo de carbón, que absorbe las toxinas y extrae las obstrucciones profundas de los poros.

Otras marcas cuentan con mascarillas faciales individuales que cubren una necesidad específica para la piel, como aquellas que están muy secas y cansadas y necesitan de una hidratación intensa. En este caso, las de aceite de oliva ayudan a nutrir el rostro, dejando una agradable sensación de suavidad y tersura.

Las vitaminas también son un componente esencial para mantener bien cuidada la piel. Así pues, Tissue Mask Brightening Vitamin C, posee esta vitamina, así como ácido hialurónico. Ayuda a combatir los efectos negativos de los radicales libres, ilumina las pieles apagadas e hidrata de forma intensa. La vitamina C es antioxidante y combate la polución y la contaminación, algo que se está buscando mucho en este tipo de productos.

Tampoco pueden faltar las tradicionales mascarillas de barro de lugares como el Mar Muerto. Muchas de ellas son ideales para pieles grasas, pues controlan el exceso de sebo. Además, contienen muchos minerales y se les puede incluir ingredientes como el ácido hialurónico.

A la hora de aplicar este producto se debe ser generosa con el fin de que su eficacia sea mucho mayor. El tiempo de espera ronda entre los cinco y los 30 minutos, en función de la mascarilla y de lo que requiera la piel. Puede que, si está muy necesitada, al poco tiempo te des cuenta de que se ha absorbido una gran parte de la mascarilla. Eso es una buena noticia, pues está haciendo su función. Si no fuera así, puedes darte un masaje, de forma circular, para que penetre mejor en el rostro. Y si queda más, elimina con una esponja y agua tibia los restos.

¿Has probado ya estas mascarillas individuales? ¿Qué te parecen?

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