Clásicos del perfume (XII): Azzaro Pour Homme

Seguimos repasando la historia de algunos de esos perfumes que parecen no sufrir por el paso del tiempo. Fragancias que pasen los años que pasen siempre están de moda, saltando de generación en generación sin perder su esencia. Hoy es el turno de Azzaro Pour Homme, en las tiendas desde 1.978.

Sólo tres años antes de su lanzamiento, la firma de moda parisina Azzaro había aterrizado en el mundo de los perfumes con Azzaro Couture. En 1.978 fue Loris Azzaro, el fundador de la marca de origen italiano, el que dio forma al primer perfume masculino de la casa, Azzaro Pour Homme, que en la década de los ’80 se convirtió en la verdadera estrella de un mercado tan exigente como el francés.

Se dice de él que es un perfume que sienta bien en un ambiente de oficina, dando a su portador un aura de elegancia incomparable. Un perfume clásico en toda la extensión de la palabra con un corazón de madera especiada al que acompañan la presencia del vetiver, el pachulí, el sándalo y el cardamomo.

Azzaro Pour Homme es la seducción en estado puro unida al refinamiento italiano que recuerda los orígenes de su creador. Una fragancia intemporal, sensual y con clase. Fresca y potente. Con ese envase de vidrio esmerilado y tapón con acabado plateado que luce desde sus inicios, hace más de 30 años.

Enrique Iglesias es la imagen de Azzaro Pour Homme en esta segunda década del siglo XXI.

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